Desde el Departamento de Orientación se han preparado unas sesiones de tutoría sobre la importancia que la alimentación tiene para nuestra salud. No sólo para la salud física sino también para la salud mental. Hemos querido hacer reflexionar al alumnado sobre la relación que guarda la alimentación con nuestro autoconcepto y autoestima; y, también, revisar la alimentación que el alumnado lleva e informar sobre las bases de una alimentación saludable. Estas actividades han sido impartidas por el profesorado tutor en los grupos de 1º y 3º de la ESO. El contenido de las actividades es el siguiente:
+ Sesiones de tutoría: "Alimentación y vida saludable".
+ Materiales de apoyo:
- Falsos mitos sobre alimentación. Guía CECU.
- Hábitos alimentarios saludables. Guía CECU.
- Buenos hábitos alimentarios para niños y jóvenes. Guía CECU.
+ Auviovisuales:
- Vídeo de Telecinco de la campaña 12 meses, 12 causas: "Cuidado con lo que comes".
- Buenos hábitos, la pirámide de los alimentos.
- La importancia de un buen desayuno: "Doki descubre el desayuno".
- REDES: Entrevista sobre "Salud y juventud".
En algunas clases se ha pasado una encuesta para conocer los hábitos de alimentación de nuestro alumnado. Algunas conclusiones las recogemos aquí: "Con la salud no se juega", la importancia de una alimentación saludable para los adolescentes y jóvenes"
Muchos chicos y chicas (35%) no acostumbran a desayunar en casa ni a hacer un buen desayuno antes de acudir al instituto. Según una encuesta que le hemos pasado 1 de cada 3 reconoce que nunca o casi nunca desayuna adecuadamente. Cuando lo hacen en el instituto algunos consumen bebidas de cola, bocadillos con gran cantidad de mayonesa o kétchup o bollería industrial. Estos alimentos contienen una gran cantidad de calorías. Un chico adolescente con una actividad física ligera necesita consumir alrededor de 2000 calorías diarias, una chica de las mismas características unas 1700 calorías. Cien gramos de mayonesa o de margarina tienen cerca de 800 calorías. Según los expertos, no desayunar afecta al normal funcionamiento del organismo y perjudica al rendimiento escolar (especialmente a la memoria, la atención y la fluidez verbal).
El 60% de los jóvenes consultados dicen que toman varias veces a la semana “comida rápida” (hamburguesas, pizzas, bocadillos…). Una hamburguesa con queso tiene casi 400 calorías y una pizza alrededor de 225. Hay muchos adolescentes que acostumbran a cenar en hamburgueserías y establecimientos de este tipo que han proliferado bastante por las barriadas.
El 75% de los adolescentes consumen dos o menos raciones de frutas y verduras al día. Entre ellos, un 12% reconoce no tomar nunca. El número de raciones necesarias es de 5 y pueden estar distribuidas en 2 raciones de verdura (almuerzo y cena) y 3 de fruta (en cada comida). La Organización Mundial de la Salud ha denunciado que no se toma la verdura y la fruta que necesita nuestro organismo para evitar enfermedades graves como la diabetes, cardiopatía, problemas de corazón o cáncer. Nuestro cuerpo necesita un mínimo de 400 gramos para un equilibrado funcionamiento.
Un 35% no toman nunca o casi nunca pescado. El pescado, además de aportar proteínas, vitaminas y minerales como la carne, tiene la ventaja de que tiene ácidos grasos Omega-3 (que reducen el colesterol LDL y la presión arterial), vitaminas del grupo B y minerales (calcio, fósforo, hierro, yodo, sodio, potasio, entre otros). Es fácil de digerir, favorece el crecimiento y protege el corazón. Se debe consumir entre 3 y 4 veces por semana.
El 35% manifiesta que toma de vez en cuando bebidas alcohólicas. El alcohol es nocivo para los niños, niñas y adolescentes que deben abstenerse de tomarlo en estas edades tan tempranas. El alcohol daña al hígado y los tejidos del cerebro del adolescente que aún no está preparado para su absorción y metabolización.
El 40% toma diariamente más de 3 porciones de bollería, pastelería, gusanitos, patatas fritas y golosinas. Un paquete de patatas fritas, bolsa de frutos secos o porción de chocolate, de 100 gramos de peso, contiene algo más de 500 calorías.
El 70% de los adolescentes encuestados toman refrescos tipo cola o bebidas gaseosas azucaradas diariamente. Una lata de cola contiene 139 calorías. Si se toman dos o más, hagan la cuenta. Los expertos no recomiendan el consumo de este tipo de refrescos por el efecto negativo que tiene sobre el organismo. Los componentes de este tipo de bebidas, especialmente el ácido fosfórico, deterioran las células y los huesos y eliminan nutrientes que nuestro cuerpo necesita (como el calcio). Además, algunas de estas bebidas son adictivas.
CINCO CLAVES PARA UNA BUENA ALIMENTACIÓN EN LA ADOLESCENCIA
1) Hablar y crear un buen ambiente a la hora de comer.
2) Aumentar el consumo de productos lácteos.
3) Aumentar las raciones de pescado.
4) Incrementar las vitaminas a través del consumo variado de frutas y verduras. Se activarán sus defensas.
5) Evitar el alcohol hasta que no haya finalizado el crecimiento.
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