Norma Vázquez, Ianire Estébanez e Itziar Cantera presentaron en 2008 un material muy interesante para analizar la violencia que se produce en las relaciones de pareja entre adolescentes y jóvenes ("Violencia Psicológica en las relaciones de noviazgo") y cuya lectura recomendamos. Nos ayudan a comprender mejor las características propias de estas relaciones juveniles que las diferencian de la violencia machista en parejas adultas. Algunas de estas características son las siguientes:
- La falta de experiencia de las chicas en esta etapa hace que valoren estas primeras relaciones de pareja de una manera irreal e idealizada y esto las expone más a situaciones de riesgo.
- Una visión excesivamente romántica del amor conduce a las adolescentes y jóvenes a establecer una relación asfixiante en la que el sentimiento amoroso se utiliza como justificación del control.
- Las chicas acostumbran, ante situaciones de este tipo, a guardar silencio y a rechazar la experiencia de las personas mayores. Esto las hace más vulnerables, pues recurren como alternativa al consejo del grupo de iguales que tiene unas creencias, conocimientos y experiencias similares.
- Se tiene dificultad en reconocer las conductas violentas en estas edades, pues se asocia violencia con agresión física y no con malos tratos psicológicos o emocionales y, por otro lado, la falta de convivencia habitual hace que este tipo de relaciones violentas sean más difíciles de percibir.
- Por último, el rechazo y condena en los medios de la violencia puede dificultar el reconocimiento de estar padeciendo una situación así y la necesidad de pedir ayuda. Puede sentir vergüenza o culpabilidad.
- La falta de experiencia de las chicas en esta etapa hace que valoren estas primeras relaciones de pareja de una manera irreal e idealizada y esto las expone más a situaciones de riesgo.
- Una visión excesivamente romántica del amor conduce a las adolescentes y jóvenes a establecer una relación asfixiante en la que el sentimiento amoroso se utiliza como justificación del control.
- Las chicas acostumbran, ante situaciones de este tipo, a guardar silencio y a rechazar la experiencia de las personas mayores. Esto las hace más vulnerables, pues recurren como alternativa al consejo del grupo de iguales que tiene unas creencias, conocimientos y experiencias similares.
- Se tiene dificultad en reconocer las conductas violentas en estas edades, pues se asocia violencia con agresión física y no con malos tratos psicológicos o emocionales y, por otro lado, la falta de convivencia habitual hace que este tipo de relaciones violentas sean más difíciles de percibir.
- Por último, el rechazo y condena en los medios de la violencia puede dificultar el reconocimiento de estar padeciendo una situación así y la necesidad de pedir ayuda. Puede sentir vergüenza o culpabilidad.
Por otro lado, el Instituto Vasco de la Mujer (Emakunde) y la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) elaboraron un material (comic y guía didáctica) que hemos adaptado y que nos parece muy recomendable para trabajar la violencia en parejas jóvenes en el instituto. Los recursos para la tutoría son los siguientes:
Y, por último, hemos realizado una presentación para tratar los contenidos básicos del tema con el alumnado:
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