domingo, 15 de marzo de 2009

CONSEJOS PARA PREPARAR Y REALIZAR LOS EXÁMENES

Seguro que piensas que, si tuvieses la fórmula mágica para contestar con acierto tus exámenes, todos tus problemas habrían terminado. ¿Te imaginas lo feliz que serías si te tomases una píldora de matemáticas y, ¡zas!, sobresaliente en el examen? Pero no, las cosas no son así de sencillas, y todo requiere un esfuerzo por nuestra parte.
No obstante, aunque todavía no hay pastillas para eso, los estudiantes siguen empeñados en aprobar los exámenes con el mínimo esfuerzo. Las chuletas se siguen utilizando desde que se inventaron los exámenes. Hoy en día, en la época de la electrónica, se han ideado otros sistemas aún más complejos: grabaciones intentando disimular el auricular; envío de mensajes a través de los teléfonos móviles, etc.
Cuando un estudiante ha de recurrir a la trampa para aprobar una asignatura, ha dejado ya muchas cosas por el camino. Sin ellas, puede dar algunos pasos, pero difícilmente llegar a la meta. Esta actividad intenta enseñarte a tener éxito en tus exámenes, sin trampas, aunque con esfuerzo, claro.

1. ¿CÓMO PUEDES MEJORAR LA PREPARACIÓN DE LOS EXÁMENES?
Para ser un buen estudiante hay que llevar el estudio de las material al día, emplear técnicas de estudio y planificar los exámenes no dejándolos para el último día. Estos consejos te ayudarán a preparar mejor los exámenes:

- Trabaja diariamente para asegurarte de que entiendes la materia. Pregunta en clase cuando sea necesario. Acuerdate de repasar las explicaciones el mismo día.
­- Practica un método para estudiar: subraya, haz esquemas, memoriza, explica el esquema, repasa.
- Aprende bien los temas y trata de comprenderlos. Si los llevas al día, esto te ayudará a entender mejor los siguientes.
- Cuando se acerque el examen, si llevas los temas preparados (mediante esquemas o resúmenes), lo único que haz de hacer es repasar para afianzarlos más en la memoria. Gran parte del camino ya lo tienes hecho.
- Cuando el profesorado te comunique la fecha del examen hazte un plan. Es conveniente que planifiques la forma de prepararlo. Para ello cuenta los días de dedicación que tienes y divide la tarea en porciones según esos días, dejando siempre el último o los últimos días para el repaso y memorización definitiva.
- Cuando se ha trabajado convenientemente, se han estudiado los contenidos del examen, éste no debe producir ningún temor. Te has esforzado lo suficiente y lo más seguro será que apruebes.


2. ¿CÓMO PUEDES MEJORAR LA REALIZACIÓN DEL EXAMEN?

- Controla los nervios antes del examen.
Tienes que convencerte de que “los nervios para nada sirven y para todo estorban”. Los nervios no permiten centrarse en lo que se va a hacer, ni en pensar ni analizar. Hay que procurar no ponerse nervioso. ¿Cómo?
. Procura relajarte y mentalizarte para ello. Tu mente es capaz de controlar los nervios, evita los pensamientos negativos y enviate mensajes positivos. Controla la respiración, realiza inspiraciones profundas e impón un ritmo lento a tus acciones.
· No te des el atracón antes del examen. A nada conduce, sólo a ponerte nervioso. Estudia diariamente.
· Evita hablar con los compañeros antes del examen sobre las preguntas o los temas que van a salir. Te parecerá que no recuerdas nada y aumentará tu nerviosismo.
· Concéntrate en lo que vas a hacer y lleva contigo todo el material necesario.

- Evita que tu mente se embote.
· El cansancio influye en el rendimiento, a veces la mente se nos embota y no conseguimos recordar algo que momentos antes habíamos estudiado. Duerme bien y descansa suficientemente antes de llegar al examen.
· Muchos estudiantes dejan los estudios para el último momento. Ésta es una mala costumbre porque no da tiempo a la memoria para asentar la información que recibe. La memoria necesita reposo para que la información llegue a su lugar; el recuerdo será más fácil si existe orden.

- Comprende bien las preguntas del examen.
· Tómate tiempo para leer las preguntas. Léelas todas y pon atención a las palabras clave.
· Si hay alguna pregunta que no ves muy clara y no entiendes, pregunta al profesorado.
· Antes de contestar una pregunta, léela varias veces, hasta que te asegures de su comprensión. Busca la palabra clave que te indica qué hacer: explica, demuestra, define, calcula, encuentra...
· Después de contestar, procura leer nuevamente la pregunta y la respuesta para comprobar que ésta ha sido la adecuada.

- Organiza el tiempo de que dispones.
· Es conveniente que conozcas el valor de cada pregunta, pues no se le va a dedicar el mismo tiempo a una valorada con tres puntos que a otra que sólo vale uno. Pregunta al profesorado si no viene indicado en la hoja del examen.
· Distribuye bien el tiempo. Por ejemplo, si dispones de 60 minutos, y tienes dos temas a tres puntos, y cuatro cuestiones a un punto, tendrás seis minutos por punto; esto nos dará de 15 a 18 minutos para cada tema, y de 5 a 6 para cada cuestión. Debes dejar tiempo para el repaso final. Esto último hay que tomarlo con cierta flexibilidad, nos puede servir como orientación.
· Se debe comenzar por las cuestiones que mayor valoración tengan y por las que mejor os sabéis. En las preguntas de desarrollo, es mejor que al principio realices un pequeño esquema que te guíe durante la respuesta.
· Cuando no te quede tiempo para responder a alguna cuestión, expresa las ideas básicas aunque sea de manera resumida. Así le demostrarás al profesorado que efectivamente sabías lo que debías poner.
· Como regla general, se valora la claridad y la precisión. Hacer bien un examen no consiste en escribir mucho, sino en contestar con exactitud a lo que se pregunta.

- Revisa y corrige el examen.
· Revisa el contenido: asegúrate de que has contestado todas las preguntas, de que las respuestas están completas, de que no hay errores de contenido y de que no recuerdas nada nuevo.
· Cuida la presentación de los exámenes: sin tachaduras ni borrones y con la letra clara y legible. Después de cada pregunta, deja un espacio en blanco, por si, al repasar, te surge alguna idea nueva. Corrige las faltas de ortografía, te pueden bajar nota, y los posibles errores de redacción.

- Después del examen: aprende de él.
· Analiza el examen corregido y observa lo que más aprecia y califica el profesor, los defectos en la presentación, los errores cometidos y sus causas (entendiste mal la pregunta, olvidaste ideas importantes, planificaste mal el tiempo, dejaste preguntas incompletas o sin contestar, te falló la memoria, fallaste en pequeñas detalle, etc.).
· Busca una explicación a tus errores. Si los desconoces estarás condenado a repetirlos.

(Actividad adaptada de Jorge Jiménez, A: Cuadernos de Acción Tutorial. 4º ESO. Ed. Alfer.)

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