
En primer lugar, para aquellos estudiantes que tengan que examinarse en septiembre hay que dejar claro que tienen que tener un horario de estudio fijo y que guarde relación con las materias suspensas. Son los padres los que tienen que establecer y controlar ese tiempo o en su defecto ponerlos en unas clases de verano. Recuerden que a partir del día 1 de septiembre tienen los exámenes de recuperación. Su horario estará expuesto en el tablón de anuncios del centro y en el blog del Departamento de Orientación.
Es conveniente aprovechar el verano para que la familia realice algunas actividades de forma conjunta, como por ejemplo hacer un viaje, salir al campo, visitar algún museo o lugar de interés o cultivar alguna afición o actividad deportiva con los hijos e hijas. Es importante contar con estos momentos e intentar que se disfrute con ellos, aunque sabemos lo poco que a algunos adolescentes les gusta estar o salir con sus padres. Si no lo intentamos puede ser peor.
Es interesante también aprovechar el verano para hacerles colaborar en la realización de las tareas del hogar, tanto a niños como a niñas. No están estudiando y todos y todas debemos echar una mano en casa.
Por último, recuerden que es un buen momento para favorecer que lean novelas, cuentos, revistas o tebeos. Da igual. Lo importante es que escojan algo que les guste y disfruten con su lectura.
Si desde el principio todo esto se planea y se negocia entre todos, junto con otros aspectos de interés para ellos y ellas, resultará mejor.