sábado, 25 de agosto de 2012

ESTUDIO SOBRE ALIMENTACIÓN SALUDABLE EN 1º DE E.S.O.

Este curso hemos desarrollado, en el tercer trimestre y dentro del Programa de Acción Tutorial, una serie de actividades para concienciar a nuestro alumnado sobre las características básicas de una alimentación saludable. También hemos tratado sobre aspectos relacionados con la autoestima y su conexión con la alimentación. Por último, hemos trabajado sobre los trastornos de la conducta alimentaria. Una de las actividades del primer bloque, alimentación saludable, era un cuestionario para detectar los hábitos alimenticios de nuestro alumnado. Las conclusiones de estos cuestionarios son las siguientes:

1. ¿Qué toma habitualmente para desayunar? (Varias respuestas)
Leche
53%
Zumo
21%
Aceite
5%
Mantequilla, mermelada
3%

Tostadas

24%
Cereales
21%
Bocadillo
24%


Datos: El 47% del alumnado no toma  leche en su desayuno. Los componentes del desayuno más frecuentes en su dieta son los cereales (21%), las tostadas (24%) y los bocadillos (24%).
Comentario: Dos ingredientes imprescindibles en un desayuno correcto son la leche (para el adecuado desarrollo de la masa ósea) y un buen zumo natural de frutas (que abre el apetito y regula el tránsito intestinal). Otro alimento que no puede faltar en el desayuno, son los cereales, pues contienen hidratos de carbono, minerales, proteínas, hierro, vitaminas y fibra, además podemos encontrarlos en variedad de formatos, como galletas, tostadas de avena, de centeno, de trigo o de cebada, que combina muy bien tanto con la leche como con el yogur. También puedes alternar los cereales con una tostada con aceite de oliva o un poco de mantequilla, mermelada o miel. O bien pan integral con queso fresco y miel.
También es un desayuno adecuado para empezar bien la mañana un yogur con cereales y trocitos de fruta, al igual que un plato de pan con queso y jamón acompañado de un vaso de zumo, leche o un yogur, según sus preferencias.

2.      ¿Desayuna antes de ir al instituto?
Nunca o casi nunca
29%
A veces (2 ó 3 veces a la semana)
5%
Siempre o casi siempre.
66%
Datos: El 34% (uno de cada tres encuestados) indica que no desayuna de forma regular en casa antes de ir al instituto.
Comentario: Este es un dato preocupante, pues el desayuno es una de las comidas más importantes del día, que debe proporcionarnos la energía necesaria para empezar el día con la energía que necesitamos para realizar un trabajo o una actividad importante, como es el estudio. Según los expertos, el desayuno debería proporcionarnos el 25% de nuestras necesidades nutricionales diarias, ya que se ha comprobado que desayunar poco y mal, hace disminuir las funciones del cerebro y ocasiona, por la falta de glucosa, problemas de concentración, dificultades para memorizar e irritabilidad. Pero a largo plazo, la cosa se complica, provocando una falta de hierro y vitaminas en nuestro organismo que trae consigo la mala circulación del oxígeno, provocando así el mal funcionamiento del cerebro. Y, por último, está comprobado estadísticamente que aquellas personas que no desayunan diariamente tienen mayor riesgo de sufrir obesidad que aquellos que lo hacen correctamente.  
Hay muchos chicos y chicas que dicen que no pueden desayunar inmediatamente después de levantarse. Esta opinión es poco consistente y, haciéndole caso, se corre el riesgo de instaurar un mal hábito alimenticio. Hay que pensar que al levantarse el organismo lleva muchas horas sin ingerir nada (durante el curso escolar entre 10 y 11 horas) y, por lo tanto, no es lo más idóneo salir de casa sin tomar nada pues alarga el periodo de ayuno hasta la hora del recreo (casi 14 horas). Esto dificulta la atención y concentración que los estudiantes necesitan para rendir bien en el instituto.
                                              
3.  Durante el día, ¿reparte la alimentación en diferentes comidas (desayuno, almuerzo, comida, cena...)?
Siempre como a las mismas horas, sin tomar nada más
37%
Aunque como a horas regulares, también "pico" entre horas
50%
Mi horario de comidas es irregular y casi siempre como entre horas
11%
Datos: El 50% indica que, aunque tiene un horario regular de comidas, “pica” entre horas. El 37% siempre come a la misma hora y no toma nada entre medias. Y, por último, hay un preocupante 11% que manifiesta que su horario de comidas es irregular y que come entre horas.
Comentario: Se recomiendan cinco comidas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Respetándolas todas, es difícil tener hambre entre ellas y no se tiene por qué caer en la perniciosa tentación del "picoteo". El picoteo, según los expertos, es una costumbre nociva para el organismo, ya que en la mayoría de los casos los alimentos que se ingieren son muy poco saludables (bollería, patatas fritas, etc.). Las razones de sus efectos perniciosos en el organismo está relacionada con el escaso control que se tiene sobre la cantidad y el tipo de alimentos ingeridos. Esto favorece la obesidad y puede provocar a largo plazo otros problemas mayores como trastornos cardiovasculares.

jueves, 16 de agosto de 2012

UNOS BUENOS HÁBITOS DE ESTUDIO SE FUNDAMENTAN EN UNA PLANIFICACIÓN DEL TIEMPO REALISTA (3)

Las técnicas para organizar y planificar el tiempo ayudan a aprovecharlo mejor. Por un lado, ayudan a que el estudio sea más eficaz; por otro, aumentan la confianza y la autoestima del estudiante. Hay tres estrategias que los chicos y chicas tienen que aprender en el periodo de la educación secundaria:
  • Planificar el horario de estudio en casa.
  • Organizar una sesión de estudio.
  • Preparar un examen.
EL HORARIO DE ESTUDIO EN  CASA
En Secundaria hay que tener en cuenta las siguientes características:
- Estudiar al menos dos horas diarias durante 6 días de la semana.
- Encontrar un lugar adecuado para estudiar, sin distracciones (teléfono móvil, televisión, música, ordenador, ruidos, etc.), ordenado, bien aireado, con buena luz, con una buena mesa y un asiento cómodo.
- "Acordar" un horario adecuado. Los padres pueden establecer varias opciones y le dan a los hijos e hijas la posibilidad de elegir una. Determinar el mejor lugar y momento del día para estudiar. Para ello, hay que tener en cuenta lo siguiente:
  • El horario debe ser regular y estudiar siempre a la misma hora.
  • No es aconsejable empezar ni muy temprano ni muy tarde.
Si un día no se cumple con las horas previstas, el estudiante tendrá que recuperarlas al día siguiente o a lo largo de esa semana.
Si se lleva el horario de estudio acordado, quedará tiempo para realizar otras tareas (descansar, hacer deporte, relacionarse socialmente y otras actividades culturales o artísticas).

LA SESIÓN DE ESTUDIO
- Lo primero es preparar todos los materiales que se necesiten para el estudio en esa sesión. Hay que  evitar tener que levantarse con frecuencia, es un distractor.
- Utilizar la Agenda para revisar los deberes, las fechas de los exámenes y los trabajos que hay que realizar. 
- El estudio se organiza como si fuese un entrenamiento deportivo: Se empieza por lo medianamente difícil, se continúa con la difícil y se finaliza con lo fácil.
- El contenido de una sesión de estudio es el siguiente: Hacer los deberes del día siguiente; repasar las explicaciones del profesorado de ese día mediante un resumen o esquema de las ideas principales; realizar los trabajos encargados; y preparar los exámenes que se hayan anunciado. Repasar diariamente ayudará a afianzar los contenidos y a comprender mejor los nuevos temas.
- Es conveniente fijar un tiempo para cada tarea con antelación. Ayuda a estar concentrados y a no perder el tiempo.
- Es conveniente hacer un pequeño descanso a mitad de la sesión de estudio (2 horas) de no más de 5 ó 10 minutos.
- Si un día falta a clase, hay que conseguir los apuntes y las tareas cuanto antes para no perder el hilo.

PREPARACIÓN DE UN EXAMEN
A la hora de preparar un examen hay que tener en cuenta estas dos fases:
- Primera fase: Un examen se empieza a preparar cuando diariamente se repasan las explicaciones que el profesorado realiza en clase de la lección (apuntes, libro...). El objetivo de este momento es seleccionar las ideas principales y secundarias con el objetivo de comprenderlas. De este repaso hay que dejar constancia escrita ( por medio de un resumen, esquema o mapa de conceptos) para aprovecharlo con posterioridad.
- Segunda fase: Comienza cuando el profesorado anuncia el examen, generalmente con una semana de antelación. Para ello, dividiremos la lección o lecciones en partes o preguntas. Repartiremos el estudio de las partes según el número de días (en estos momentos serán de utilidad los escritos con los repasos de la fase anterior). Dejaremos los dos últimos días para la memorización final.

sábado, 4 de agosto de 2012

IMPORTANCIA DE LOS HÁBITOS DE ESTUDIO PARA EL ÉXITO ESCOLAR (2)

Los hábitos de estudio son un buen predictor del éxito académico, como hemos comprobado en este estudio, incluso mucho más que la medida de la inteligencia. Lo que favorece sobre todo nuestros resultados escolares es el tiempo que dedicamos al estudio y el aprovechamiento del tiempo con unos buenos hábitos de trabajo, atención y concentración.

Durante la etapa de Primaria, el alumnado adquiere los hábitos de estudio de manera informal y progresiva, ya que por lo general no suelen enseñarse directamente, al menos hasta el último ciclo de la etapa. Al iniciar la Secundaria, los estudiantes experimentan una mayor exigencia en el trabajo escolar que les requiere un esfuerzo mayor que el que venían aplicando en la etapa de Primaria. Tienen más asignaturas, el peso de los exámenes es mayor y estos son más frecuentes.

Además, este tránsito entre etapas educativas coincide con la adolescencia. Los chicos y chicas de estas edades están atravesando un proceso de cambios físicos y psicológicos que tienen como objetivo la búsqueda de su identidad personal. Este proceso de conquista de su autonomía tiene como consecuencia, en muchos casos, una mayor rebeldía e inestabilidad. Esto hace que rechacen con frecuencia la supervisión familiar y los intentos de control por parte de las personas adultas.

Por consiguiente, es en este contexto de agitación personal y familiar, característico de la adolescencia, cuando es más importante contar con unos buenos hábitos de estudio. Así, comenzar la secundaria exige a la mayoría de los estudiantes mejorar sus estrategias de organización del tiempo y de planificación, sus técnicas de búsqueda y de selección de la información relevante, su atención y concentración, sus estrategias de memorización, etc. El estudiante que no lo consiga, tendrá muchas dificultades para conseguir unos buenos resultados escolares.

Este curso, en el Departamento de Orientación, hemos hecho un estudio para conocer los resultados escolares que obtienen los estudiantes que comienzan la secundaria con o sin hábitos de estudio consolidados. Hemos relacionado los resultados escolares del alumnado de 1º de ESO en junio y el dato, obtenido en el programa de transición de Primaria a Secundaria, sobre el esfuerzo y el hábito de estudio en casa que nos proporcionan los maestros y maestras de Primaria al finalizar esta etapa educativa.

Los resultados conseguidos al correlacionar ambos datos son los siguientes:

Esfuerzo y hábitos de estudio en casa
0 suspensos
1-2 suspensos
3-4 suspensos
5-6 suspensos
Más de 6 suspensos

TOTAL
Buenos

48
75%
8
12,5%
6
9%
1
1,5%
1
1,5%
64
51%
Regulares

3
23%
1
8%
3
23%
2
15%
4
31%
13
10%
Malos

4
8%
12
24%
5
10%
8
16%
20
41%
49
39%
TOTAL

55
44%
21
17%
14
11%
11
9%
25
20%
126

Según la información del profesorado tutor de Primaria, aproximadamente la mitad del alumnado que pasa a la secundaria no tiene un hábito de estudio en casa adecuado, es decir, no hace los deberes que se le encarga o no los hace siempre. También se combina ese dato con el de la falta de esfuerzo, es decir, el bajo nivel de trabajo y de realización de las tareas en clase.

¿Qué ocurre un año después? ¿Qué consecuencias tiene ese hábito o su ausencia con los resultados escolares? A continuación exponemos algunas conclusiones de nuestro estudio:

a) ¿Qué ocurre con el alumnado que va bien en la escuela Primaria?

El 75% del alumnado que viene de Primaria con buenos hábitos de estudio y esfuerzo promociona con todas las asignaturas aprobadas. Es decir, 3 de cada 4 estudiantes mantienen los buenos resultados de la escuela.

El 12,5% del alumnado que viene de Primaria con buenos hábitos de estudio y esfuerzo promociona, pero suspende una o dos materias. Es decir, 1 de cada 8 estudiantes empeoran y obtienen algún suspenso, pero promocionan, aunque con la luz roja de “cuidado” encendida.

El 9% del alumnado que viene de Primaria con hábitos de estudio no está en situación de promocionar, pero se encuentra muy cerca de la promoción.

Solo el 3% del alumnado que viene de Primaria con hábitos de estudio está lejos de la promoción. Es decir, 1 de cada 33 estudiantes que van bien en la escuela cambian su trayectoria escolar positiva y empiezan a obtener muy malos resultados escolares.

En resumen, casi 9 de cada 10 estudiantes que pasan de Primaria con buenos hábitos de estudio promocionan y van bien en el instituto.

b) ¿Qué ocurre con el alumnado que no va bien o no tiene hábitos de estudio en la escuela Primaria?

Aquí hemos hecho dos grupos: por un lado, alumnado con información contradictoria (hace los deberes, pero no se esfuerza; o al revés; o hace los deberes, pero no siempre); y, por otro, alumnado que ni hace los deberes en casa ni se esfuerza en clase.

- El 23% del alumnado que viene de Primaria con escasos hábitos de estudio y poco esfuerzo promociona con todas las asignaturas aprobadas. El 8% del alumnado que viene de Primaria en las condiciones anteriores promociona, pero suspende una o dos materias.

En resumen, 3 de cada 10 estudiantes tipificados como “regulares”, que vienen de Primaria con escaso esfuerzo y hábitos de estudio poco consolidados, obtienen resultados positivos y promocionan.

- El 8% del alumnado que viene de Primaria sin hábitos de estudio y sin trabajar regularmente en clase promociona con todas las materias aprobadas. El 24% de este alumnado suspende 1 ó 2 asignaturas, pero está en situación de promocionar. 

En resumen, algo más de 3 de cada 10 estudiantes tipificados como “malos”, porque vienen de Primaria sin hábitos de estudio y con poco esfuerzo, mejoran en Secundaria y llegan a promocionar. Hay que hacer constar que la mayoría de esos estudiantes han estado integrados en alguna medida de apoyo (aulas de compensación o seguimiento tutorial).

Por otro lado, podemos observar como el 68% del alumnado  que viene de Primaria con malos o regulares hábitos de estudio y esfuerzo personal, casi 7 de cada 10, no promociona y repite curso.

Conclusión:

Casi 9 de cada 10 estudiantes con buenos hábitos de estudio en Primaria promocionan de curso después del primer año de Secundaria. Casi 7 de cada 10 estudiantes con regulares o malos hábitos de estudio no promocionan y repiten curso.

Estos datos nos informan de la importancia que tienen los hábitos de estudio en los resultados escolares del alumnado que pasa de Primaria a Secundaria. Es decir, casi 9 de cada 10 estudiantes con hábitos de estudio frecuentes o consolidados en Primaria promocionan de curso después del primer año de Secundaria. Sin embargo, solo le pasa esto a poco más de 3 de cada 10 estudiantes con regulares o malos hábitos de estudio en casa y de trabajo en clase.

La conclusión fundamental de este estudio es que una buena adquisición de hábitos de estudio en casa y de trabajo en clase en Primaria garantizan unos buenos resultados escolares en Secundaria y, por consiguiente, el éxito escolar.

viernes, 3 de agosto de 2012

EL HÁBITO DE ESTUDIO Y SU IMPORTANCIA EN LA ESCUELA (1)

Nadie duda de la importancia de un buen hábito de estudio, especialmente si nos referimos a la educación secundaria. Es algo que siempre hablamos en casi todas las reuniones de padres y madres. Sin embargo, a veces se tiene la impresión de si realmente cuando hablamos de este tema, familia y profesorado, estamos entendiendo lo mismo. No  consiste en que el niño o la niña estudien cuando quiera y donde quiera, aunque lo haga con cierta frecuencia, ni que esté en su cuarto sin salir toda la tarde.

Un hábito es una conducta que repetimos y convertimos en una rutina que asimilamos en nuestro comportamiento cotidiano. El diccionario de la RAE lo define así: “Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”. Para que exista un hábito tiene que existir una conducta y una repetición de la misma.

Como señala la definición de la RAE hay hábitos que son innatos, tienen relación con comportamientos instintivos (comer, beber, etc.) y no necesitan un aprendizaje previo. Sin embargo, los niños y niñas no vienen al mundo con el hábito de estudio aprendido ni lo adquieren por azar al hacerse mayores. El hábito de estudio se consigue con esfuerzo y a lo largo de un periodo de tiempo prolongado. Se trata de convertir en una costumbre una acción que cuesta trabajo realizar, pero que se considera importante para que esa persona se desarrolle y aumente sus posibilidades. Por consiguiente, la repetición es uno de los elementos fundamentales de un hábito.    

Otro aspecto clave de lo que hablamos es, además de la repetición, la conducta que se repite. Y esa conducta es el estudio. Por consiguiente, debemos de tener claro qué es lo que hay que repetir, es decir, en qué consiste una buena conducta de estudio. Y estudiar consiste en hacer las tareas diarias, repasar lo explicado en clase, hacer los trabajos encomendados y preparar los exámenes. Requiere aprender a organizarse y a planificar, aprender estrategias y técnicas de estudio, aprender a concentrarse y a memorizar...

Por último, es conveniente saber que el hábito facilita el esfuerzo porque su repetición favorece una actitud positiva hacia el estudio. Crea una disposición que lo hace más fácil e incluso más agradable. Genera un estado en el que el individuo se siente con mayor confianza en sus capacidades. Así se produce la “paradoja del buen estudiante”, cuanto más estudia, menos esfuerzo le cuesta y más motivado está.
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